El invierno es la estación en la que nuestro metabolismo está más fuerte que nunca siempre que no exista ninguna patología. Esto es debido a que el fuego digestivo o agni está más activo, ya que, los tres doshas están más equilibrados. Aunque bien es cierto, que kapha (tierra/agua) tiende a acumularse para desequilibrarse en la siguiente estación con la llegada de las primeras calores.

Es por esto que en invierno se pueden comer más alimentos pesados y en mayor cantidad que en el resto de estaciones. Todo esto siempre que estemos saludables y nuestras digestiones sean buenas porque, de lo contrario, sobrecargaremos el metabolismo y lo apagaremos provocando desequilibrio y, posteriormente, enfermedades.

Otro factor a tener en cuenta en esta época es que las temperaturas son gélidas y, por lo tanto, vata (que tiene la cualidad de frío) debe ser tenido en cuenta y bajo control. Para ello, evitaremos comer cosas frías (tipo ensaladas, helados, etc.) y bebidas frías (con hielo o provenientes de la nevera). En su lugar optaremos por sopas, cremas y guisos calentitos y evitaremos el consumo de alimentos congelados, que no sean frescos.

Dado que podemos excedernos un poco más en invierno en todos los aspectos, somos más propensos a ganar kilitos de más y más teniendo en cuenta las festividades pasadas donde abundan los banquetes llenos de productos deliciosos e hipercalóricos. Además, el organismo, de modo natural tiende a guardar reservas para preservarse de las temperaturas gélidas. Por eso, es mucho mejor consumir más proteínas de origen vegetal, verduras, cereales y legumbres cocinados y, a ser posible, caldosos para mantener a raya la sequedad. En esta época se puede consumir algo más de carne pero preferiblemente las menos grasas y siempre acompañadas de verduras. Debemos evitar los carbohidratos en exceso, así como las grasas y los productos refinados, que tanto abundan en Navidad.

Otra forma de ayudar nuestro metabolismo y digestión es a través de las especias y en el caso del invierno deben calentar el cuerpo. Nos podremos ayudar de especias como: la canela, la cayena (siempre que no haya desequilibrio en pitta), el jengibre, la cúrcuma, el laurel, etc. Estas, además de calentar, estimulan el metabolismo y son antiinflamatorias, con lo cual nos ayudan en procesos gripales y de resfriados disminuyendo la mucosidad que genera kapha.

Debemos optar por alimentos de temporada como la calabaza, el boniato, los arándanos, los cítricos y los pescados azules o más grasos.

En cuanto a las rutinas diarias o dinacharya recomendadas por Ayurveda para esta estación, debemos seguir teniendo en cuenta el oleado con aceite templado por todo el cuerpo para prevenir enfermedades y siempre que no haya exceso de kapha, el nasya o instilado de aceite templado por las fosas nasales y, en caso de desequilibrio de vata, recurrir al masaje abhyanga tanto como sea posible. También conviene saber que en esta estación se puede recurrir al ejercicio físico más aeróbico y que también es conveniente hacer más recogimiento y exponerse menos al frío en la calle.

En definitiva, esta es la mejor estación para la autocontemplación, la meditación y el mimarse en todos los aspectos sin renunciar a la salud.